N de la R: Dedicado a Ella.
Hay tanto silencio entre nuestras almas. Me traspasas con tu existencia pero sin embargo.
Vuelo sobre la pasión -furia perecedera de no te hube tenido- para no habitar en nadie más que el anhelo penetrándote.
Presa en caída corta, sobres tus redes o tejiendo engaño. Tanto te amo pero el silencio teme admitirme tuya o saberme en sueños amaneciéndote lento.
Reposar en tus curvas tácitas pues la perfección nombra oniria desvelada. Desaparece entre mis uñas y desliza, cabello enlazado en la lujuria cuando a veces -solo a veces- te existe en gemidos.
Dama de juégame entonces (mi pasión gira tu ruleta). Estacas la dulzura sobre mi historia, embebe encadenada a tus muertes y recrea infiernos sin punto final.
Apuesta a que no termine infinita de tu locura para perderme en el arte de tu carencia o cincelarme tus ojos me espejen.
Muéreme en el deseo y manipúlame princesa. Luego gime labio (exhala): no habrá vida que no me pienses o utopía que no posea.
Vuelve a gritar el cielo que corrompa los castillos, pedazos en vicio llevan cenit de tu paraíso.
Encadéname las paredes de mi celo: respira y mata, luego vuelve.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario